San Telmo.
Parece que esto tiene swing, tengo ganas de bailar. B. tiene un brillo especial hoy, quizás sean sus ganas de taller.
23 de agosto. Qué va a ser todo esto.
Paternal.
De tanto hablar de viajes el cuerpo se me volvió hipersensible al movimiento.
28 de agosto. La historieta entra al taller.
La casa del niño y del adolescente- La Boca.
Se reían una vez, al unísono, y cambiaban el mundo.
Se veían sus dientes brillantes en la puerta de cada dibujo y de cada sílaba.
Cada sonido sonaba a sórdida caída.
3 de septiembre- Encuentro abierto-
San Telmo
Llorar a lágrima viva
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Una I. encontró algo que le devuelve lo que ella es. Habló, sonriendo, de la forma de llorar. Era una sonrisa improvisada la de esta I. Y estábamos rodeados por ideas y miradas que se multiplicaban al infinito. Llovían a chorros, de memoria e improvisando.
La otra I. aportó un contrapunto. Fue muy disfrutable, absolutamente disfrutable, su manera de estar.
J. comentó la señal que encerraba su basura. Entonces uno pensaba que claro, que quizás J. había ido más allá. Y algo distinto pasó cuando sacó esa voz contundente y empezó a mover las manos.
Hoy B. está más brillante todavía. Desde un rinconcito, de un modo imperceptible casi, no deja de lanzar un viento muy finito, a favor, para La Sopa.
T. consiguió que sus palabras le dijeran algo: “Hay poderes sobre África”. Qué frase memorable, contundente, la de T.
Noviembre de 2011
San Telmo
Se dejó llevar por las formas de la voz, y nos permitió ver el recorrido que hacía. Sus palabras se hicieron dibujo.
N. abre el juego, invita, se retuerce, suena, deja su estela.
¡Cuánto descubrió Y. acerca de las señales que se inyectan en el cuerpo y qué rápido voló el movimiento!
K., ella tan pez, tuvo una explosión spinetteana. Su poema es la vedette.
Cada pincelada de G. fue transformándose en un grito de esos que se producen con dulzura.
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